En cuanto a la música encuentro esta canción cantada por Natalia una maestra de escuela.
Os podéis descargar otro MP3 que he encontrado.
Este baile de la carrasquilla;
es un baile muy disimulado, '
que en poniendo la rodilla en tierra
todo el mundo se queda parado.
A la vuelta, la vuelta Madrid,
que este baile no se baila así;
que se baila de espaldas, de espaldas,
pues menea, menea esa falda.
Pues menea, menea esos pies
y a la vuelta se da un puntapié.
En mi pueblo no se estila eso,
que se estila un abrazo y un beso.
Este es el baile de La Carrasquilla.
Es un baile muy disimulado.
Que poniendo la rodilla en tierra,
todo el mundo se queda parado.
“Alevanta”, “alevanta”, María,
que este baile no se baila así.
Que se baila, se baila de espaldas.
Marujita menea las faldas.
Morenita levanta los brazos,
y a la media vuelta se dan los abrazos.
Y en mi pueblo no se usa eso,
que se usan abrazos y besos.
Y en mi tierra se vuelve a estilar
un abrazo menos y un besito más.
"ELFIDIO ALONSO He aquí otro juego o baile infantil que aún pervive en el repertorio canario, si bien en su forma primigenia tuvo mucho de danza de adultos, como se desprende de numerosas noticias históricas y datadas, amén de la existencia de ritos que aún se siguen celebrando con ese nombre, como ocurre en la región de Astorga (Burgos), dentro de la más genuina tradición maragata. Esta variante que aún conserva el nombre de 'Baile de las Carrasquillas' se acostumbra a realizarla como si fuese un "baile de bodas", con intervenciones de la madrina, la novia, las solteras en comitiva y el novio acompañado de otros mozos de la localidad. Las mujeres que se mantienen de espectadoras forman un corro, en cuyo interior se celebra el baile propiamente dicho. FUENTE
La letra de la canción tiene carácter pantomímico, como sucede en Canarias con el 'Baile del Vivo' (Hierro) y 'Cho Juan Perillán' (La Palma), realizando los danzantes los mismos gestos que marcan las pautas de los versos: hincar la rodilla en tierra, el zapatito a medio lado, dar la vuelta "que dan en Madrid", que se baile de espaldas meneando las faldas (o las sayas), se dan un abrazo, se dan palmadas y piden un beso. Danza que también se conserva como género de adultos en numerosos pueblos castellanos, para celebrar la recogida de las cosechas durante las llamadas "fiestas de gracia".
Córdova y Oña recoge en su 'Cancionero' dos modalidades de este baile, no citadas por Pérez Vidal en su muy útil bibliografía. La primera pertenece al repertorio burgalés, con el número 297 (página 279), y tiene el más común de los arranques: "Este es el baile de la carrasquilla / un baile muy disimulado"... Y la segunda, identificada con el número 296, completa la estrofa más conocida del género: "que en echando la patita en tierra, / todo el mundo se queda parado".
Acierta Pérez Vidal cuando señala que calificar el baile como "disimulado" sólo supone una deformación del término "simulado", puesto que los danzantes sólo se limitan a realizar imitaciones mientras bailan (simulaciones). Algo semejante ha sucedido para configurar la rima de la estrofa, con voces como "parados", "pasmados" o "clavados", que es como quedan los bailarines tras poner su rodilla en tierra. Numerosas versiones acusan el artificio.
El gran investigador palmero también nos ofrece valiosas claves cuando trata de analizar frases como "A la vuelta, a la vuelta María", que los niños, cuando se hicieron con el dominio del género, sustituyeron por "a la vuelta, a la vuelta en Madrid", como ya había observado la profesora mexicana Frenk Alatorre en sus 'Estudios sobre lírica antigua' (página 85). Tan ilustre y respetada erudita estima que las fuentes de este verso de la 'Carrasquiña' se pueden encontrar en el "Romancero de Barcelona" (número 137) y en la obra El valor de las mujeres, de Lope de Vega, bajo el siguiente formato: "Yo no sé cómo bailan aquí / que en mi tierra no bailan así". Cuando se convirtió en juego infantil, los niños pasaron a cantar "A la vuelta, a la vuelta en Madrid, / en mi tierra no se baila así".
En la versión tinerfeña recogida por Luis Diego Cuscoy aparece esta segunda fórmula, posiblemente tomada de la que ofrece Córdova y Oña en su 'Cancionero', de la que derivan evidentes analogías, con la única excepción de convertir el término más arcaico de saya en falda. En cambio, según advierte Pérez Vidal, la variante palmera sí conserva el "meneo de la saya", tal y como imponían las versiones burgalesa y onubense.
En cambio, la variante tinerfeña introduce como protagonista del baile nada menos que a Mariquilla (la maga por excelencia de "Nijota" y de numerosas coplas folclóricas), a través de las siguientes pautas: "Mariquilla, menea esas faldas; / Mariquilla, menea esos pies" (página 55). A pesar del arraigo que tiene este patronímico en Tenerife, conviene no perder de vista la Mariquiña de la versión onubense, como advierte Pérez Vidal.
A la hora de jugar a las influencias recíprocas, tampoco conviene olvidar a la Mariquilla de la versión de Ciudad Rodrigo y de otras extremeñas. Queda, por último, señalar la originalidad del nombre de este género bailable en Canarias, conocido como 'Baile de las Caraqueñas', tal vez debido a nuestras estrechas relaciones con Caracas, como dice Pérez Vidal. Esta deformación sólo se ha producido en nuestras islas y en Puerto Rico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario